lunes, 18 de abril de 2011

Una oportunidad de creer

TEXTO: Lucas 6:33-36

OBJETIVO: Enseñar a los jóvenes que Dios nos extiende la mano a pesar de lo que somos, y debemos aprovechar esa oportunidad


Cuentan que un alpinista desesperado por conquistar el Aconcagua ( Una montaña de casi 7000 mts de altura, y cubierto en su mayoría de nieve) inicio su travesía después de muchos años de preparación. Pero quería la gloria para el sol. así que emprendió la aventura sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y mas tarde. Lejos de prepararse para acampar, siguió subiendo decidido a llegar a la cima
No tardo mucho en oscurecer. La noche cayó con gran pesades en la altura de la montaña, ya no podía ver absolutamente nada. Era una oscuridad profunda, nada de visibilidad, no había luna y las estrellas eran cubiertas por las nubes.
Fue entonces que subiendo por un acantilado se resbalo y se desplomo hacia el vació por los aires. Caía a una velocidad virtiginosa, lo único que podía ver eran veloces manchas oscuras que pasaban en la misma oscuridad, y lo único que podía sentir era la sensacion de ser succionado por la gravedad. En estos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos los momentos de su vida, los buenos y los malos.
El pensaba que iba a morir...sin embargo, de repente, sentía un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos.
Sí... como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura. En esos momentos de quietud, suspendido en el aire, no pudo más que gritar:
- ¡Ayúdame, Dios mío...!
Y de golpe, lo inesperado. Una voz grave y profunda surgió de los cielos para responderle:
- ¿Qué quieres que haga, hijo mío?
- ¡Sálvame, Dios mío!
- ¿Realmente crees que te pueda salvar?
- Por supuesto, Señor...
- Entonces, corta la cuerda que te sostiene.
Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó...
cuentan que el equipo de rescate que fue a buscarlo se sorprendió al encontrarlo colgado, congelado, muerto, agarradas con fuerza las manos a una cuerda... a tan sólo dos metros del suelo.
Corta la cuerda!

1. La oportunidad
Dios ofrece oportunidades cuando lo menos lo esperamos, muchas veces se deben a las oraciones de intersección de otros, otras veces por tus mismas oraciones...o simplemente por la soberanía y misericordia de Dios. Buen ejemplo de esto puede ser  el paralitico de Betesda (Juan 5:1-17), un paralitico que no conocía a Jesús muy bien y que además le faltaba fe, ese mismo fue sanado. Pero algo si hay que reconocerle al paralitico estaba justo en el momento y lugar adecuado. ¿Y tú? ¿Tomaras la decisión de ser salvo? ¿Te soltaras de la cuerda?

2. La segunda no es igual que la primera
El pueblo de Israel fallo muchas veces, y Dios le ofreció muchas oportunidades, eso si padecieron mucho por no haberse quedado en la primera oportunidad que tuvieron. David tuvo la oportunidad de construir el templo de Jehová, pero dejo escapar la oportunidad al actuar fuera de los planes de Dios, desaprovecho esa oportunidad. (1º Crónicas 22:6-16)

3.Aprovechar la oportunidad al máximo
El paralitico de Betesda pudo haber obtenido el perdón de sus pecados como muchos otros antes de él pero simplemente fue sanado y se marcho. Que no te baste únicamente hacer lo necesario, has siempre MAS; no te conformes con asistir a la iglesia, cantar, y escuchar el sermón, has MAS. Los grandes cristianos son los que siempre hacen algo mas por el evangelio. Puedes ser bendecido a través de una oportunidad o puedes ser Bienaventurado (doblemente bendecido). Dejemos ser un cristiano pasivo y seamos cristianos de acción.

CADA PROMESA EN LA BIBLIA ES UNA OPORTUNIDAD DE CREER!!!

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